Seguramente ya hayas oído hablar de que 'dar la vuelta a la clase' no consiste en colgar las sillas y pupitres del techo, ni en dejar los libros boca abajo. Se trata de una interesante metodología educativa que puede ser muy útil para motivar a tus estudiantes y potenciar el aprendizaje autónomo.
El modelo Flipped Classroom plantea que los estudiantes adquieran los conocimientos fuera del aula mediante diversos materiales propuestos por el docente, y que el tiempo en clase se dedique al aprendizaje significativo y adaptado a cada estudiante. Te damos 7 claves para comprender mejor cómo llevarlo a la práctica:
- La planificación es fundamental: es vital organizar y estructurar detalladamente las diferentes actividades y contenidos, para permitir que los alumnos puedan también organizar adecuadamente sus tiempos.
- El estudiante se convierte en el centro del proceso de aprendizaje: el docente pasa a ser un mediador, y el peso lo recogen los alumnos. No suele ser habitual que tengan la autonomía suficiente como para aprender por sí mismos, por lo que es lógico que al principio necesiten especial ayuda y apoyo.
- Las TIC hacen posible las Flipped Classrooms: es necesario contar con tecnologías digitales para sacar todo el partido a esta metodología educativa. Recursos educativos online, vídeos o redes sociales son utilizados para trabajar la parte teórica desde casa con el alumnado.
- Adapta los materiales, pero hazlos flexibles: puedes elegir los recursos que más se adapten a tus necesidades y las de tus estudiantes, pero te recomendamos que siempre se trate de contenido al que puedan acceder de forma flexible: desde el móvil, la tablet, el ordenador… ¡Así facilitas que lo utilicen cuando más les convenga!
- Aprovecha el aprendizaje colectivo: una de las mayores ventajas de Flipped Classroom es que puedes sacar todo el provecho a los trabajos en grupo, ya que podrás dedicarle más tiempo y guiarlos con los principales problemas que se vayan encontrando.
- Aprender mediante la práctica: se trata de una genial manera de aumentar la motivación de tus alumnos, ya que tienden a preferir una metodología más activa y dinámica. Las actividades que hagáis en clase pueden ser de todo tipo: debates, concursos, investigación, excursiones…
- Cambia la relación con tus estudiantes: Si algo será diferente tras aplicar esta metodología es la forma en que te relacionas con tus alumnos. Se creará una fuerte relación de confianza y respeto mutuo, en el que todos aprenderéis de la experiencia y ellos dejarán de ser sujetos pasivos de la enseñanza para convertirse en verdaderos protagonistas.
Podemos desarrollar algunos recursos interesantes a partir de una profundización en la lectura.
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