Para desarrollar una inteligencia emocional satisfactoria es preciso trabajar las emociones cada día en el aula. De esta forma, los niños conocerán y entenderán sus sentimientos y los de sus compañeros y aprenderán a autorregularse cuando sea necesario.
Desde que nacen, los niños son todo emociones que, sin duda, nos pueden enseñar grandes lecciones a los adultos. Cada uno de ellos, cuenta con su propia ‘mochila emocional’, que le hará totalmente diferente, y le hará sentir y percibir el mundo de distintas formas. Es clave que los maestros trabajen las emociones desde el aula para que los niños aprendan a diferenciar las que sienten ellos y los demás, y también que puedan poner palabras a lo que sienten.
Trabajar la empatía y la asertividad tiene que ser una realidad en el aula con el objetivo de desarrollar una buena inteligencia emocional, algo que sin duda mejorará el rendimiento académico. Además, es posible cumplir con los objetivos marcados a lo largo del curso y, al mismo tiempo, trabajar las emociones.
¿Quieres saber cómo trabajar las emociones desde clase sin dejar de lado los contenidos académicos?
Encontrar el mejor MOMENTO.
Es necesario que cada maestro o profesor sea capaz de encontrar el momento adecuado durante el día para trabajar en emociones con los niños, por lo que antes de empezar a pensar en las actividades, primero hay que escoger el momento idóneo para hacerlo.
10 minutos cada mañana.
Y antes de comenzar la ‘rutina’ diaria, de forma que estén más receptivos a las emociones y al buen hacer de sus compañeros.
10 minutos antes de volver a casa.
Si es posible, se puede trabajar lo que se hizo a primera hora de la mañana para ver si ha repercutido en su jornada en la escuela y también para que puedan reflexionar sobre ella de forma global.
Nota completa: https://www.educaciontrespuntocero.com/recursos/educacion-emocional/trabajar-las-emociones-dia-clase/adémicos
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