Enseñar a pensar es uno de los retos a los que se enfrenta el docente contemporáneo en las aulas. Una de las maneras en que esto se puede lograr es promoviendo la metacognición. Esto se puede definir como la capacidad de un individuo para reflexionar, comprender y regular su propio aprendizaje. Promover la metacognición en los estudiantes conlleva muchos beneficios entre los cuáles podemos resaltar que desarrolla el aprendizaje autónomo, ya que es producto y productora de desarrollo cognitivo.
De la misma manera, desarrolla la capacidad para la resolución de problemas debido a que obliga al aprendiz a pensar y, según el tipo de problema la estrategia varía. Finalmente debemos señalar que promueve el aprendizaje significativo ya que la metacognición es un diálogo permanente donde se conecta nueva información con los saberes previos (a través de la reflexión) y así llega a construir una nueva y única información.
Otros beneficios de promover la metacognición en los alumnos
Los ayuda a seguir aprendiendo a lo largo de su vida
Facilita la estructuración de aprendizajes
Potencia el desarrollo de capacidades
Concientiza sobre el propio proceso de aprendizaje
¿Cuál es el rol del profesor al promover la metacognición en los alumnos?