El camino hacia la implementación de este enfoque presenta retos, pero también abre un abanico de oportunidades para el desarrollo económico, la inclusión, la equidad de género y la innovación.
La educación ha evolucionado a lo largo de los años, adaptándose a las cambiantes necesidades que la sociedad demanda. En la actualidad, ante el acelerado ritmo de vida, se han desarrollado nuevas tendencias de enseñanza y aprendizaje que permitan el desarrollo de habilidades y competencias resolutivas.
Una de las tendencias educativas que ha cobrado fuerza a nivel global es el enfoque STEAM (por sus siglas en inglés), que integra Ciencias, Tecnología, Ingeniería, Artes y Matemáticas de forma interdiscursiva para su aprendizaje. Es decir, este enfoque busca no solo transmitir conocimientos específicos en estas disciplinas, sino también desarrollar habilidades y competencias clave para el siglo XXI.
Marcelo Caplan, profesor Asociado en el Departamento de Ciencias y Matemáticas del Columbia College Chicago y copresidente de la Conferencia STEAM, resaltó en conversación con Infobae que este enfoque educativo busca que los estudiantes puedan adaptarse a los cambios que están viniendo y que puedan proveer soluciones a “problemas que hoy todavía no existen”, sobre todo porque este es modificable de acuerdo a la comunidad, aula o escuela que comience a aplicarlo, pues no es un modelo hegemónico que se imponga a nivel regional.
El experto en STEAM resaltó que este modelo no trata de una nueva materia o alguna competencia para el currículo, sino un enfoque distinto que debe aplicarse a los sistemas educativos.
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